Historia
Esta historia es el sueño de un panadero, hijo de otro panadero, que quería alegrar su querido pueblo natal con un establecimiento que entonces no tenía. Así, tras años de estudio y trabajo en Valencia, regresó Manolo, ya hecho maestro pastelero, para deleitar a Chelvanas y Chelvanos tanto con pastas que evocarían las aromas de antaño como tartas únicas que ensalzarían cada momento especial de sus vidas, La pastelería "Dulces Conchita", nombrado en honor a su esposa, tan trabajadora y entrañable, quién estaría al frente de la tienda durante 30 años, abriría sus puertas allá en los años 70 del siglo pasado. Con el tiempo, se incorporarían también panes de varios tipos y otros manjares dulces y salados, frutos de la ilusión y búsqueda en la tradición y la innovación, propias del trabajo de Manolo y los familiares involucrados en la empresa. |
Nosotros
Hoy en día, la empresa la llevan los hijos de Manolo y Conchita, Manuel Antonio y Roberto, juntos con la esposa de Roberto, Pilar (la Pili). Todos siguen con el mismo amor hacía el oficio, la misma dedicación y entrega, y la misma ilusión de seguir ofreciendo productos de gran calidad, tanto tradicionales y locales, como novedosos y únicos. Eligen materias primas selectas y cuando posible, locales y ecológicos, optando por una elaboración cuidada y artesanal que respeta los procesos de siempre. Para tu pan de cada día, una empanadilla para la excursión, o tarta única para aquel día especial, la pastelería-horno Dulces Conchita estará encantada de atenderos. |